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Cuando se trata de controlar la diabetes, los carbohidratos son el centro de la dieta porque aumentan el nivel de azúcar en sangre. Sin embargo, es importante comprender el papel de los demás macronutrientes, las grasas y las proteínas. Nos centraremos aquí en las grasas, ya que las proteínas se analizarán en otro blog. Las grasas dietéticas a menudo se consideran negativas, ya que las personas pueden relacionarlas con “grasa corporal” (tejido adiposo), alimentos ricos en calorías, enfermedades cardíacas, etc. La verdad es que el cuerpo necesita grasa y no todas las grasas son malas. La función de las grasas incluye proporcionar amortiguación a los órganos, almacenar energía, aislar el cuerpo, favorecer el crecimiento celular y reducir la inflamación. Las grasas no aumentan el azúcar en sangre y son una parte importante de una comida equilibrada. Las grasas saludables contribuyen a una sensación de saciedad, lo que puede ayudar a reducir la tentación de comer en exceso y, por tanto, ayudar en el control del peso, un aspecto esencial del control de la diabetes. Las grasas proporcionan un aumento “retardado” en los niveles de glucosa, ya que tardan más en digerirse. Debido a que la diabetes aumenta el riesgo de complicaciones cardíacas, la incorporación de grasas saludables a su dieta reduce este riesgo al mejorar los niveles de colesterol y favorecer la salud general del corazón.
Debido a que las grasas tienen un alto contenido calórico (grasas: 9 calorías por gramo, carbohidratos: 4 calorías por gramo, proteínas: 4 calorías por gramo), es importante tener en cuenta el tamaño de las porciones.
Hay cuatro tipos de grasas dietéticas. Todos tienen un impacto en el control del azúcar en sangre, tanto bueno como malo:
- Grasas insaturadas: las monoinsaturadas (que se encuentran en los aguacates, las aceitunas, el aceite de oliva, las almendras y las semillas de chía) y las poliinsaturadas (que se encuentran en el pescado, las nueces y las semillas de lino) son saludables y deben ser las principales fuentes de grasas en una dieta saludable. Estas grasas pueden ayudar a mejorar los niveles de colesterol y reducir la inflamación.
- Las grasas saturadas se encuentran en productos animales como los lácteos, la carne de res y el cerdo. Limite el consumo eligiendo cortes magros de carne y lácteos, ya que pueden depositarse en los vasos sanguíneos y provocar enfermedades cardíacas como la aterosclerosis.
- Las grasas trans son un tipo de grasa saturada que se elabora principalmente para dar a los alimentos procesados una vida útil más larga y los sabores/texturas/etc deseados. Es mejor evitarlo o limitarlo observando la ingesta de alimentos procesados (consulte nuestro blog y podcast para obtener más información sobre “Alimentos procesados”).
Comer saludablemente para la diabetes es un equilibrio de carbohidratos ricos en fibra + proteínas magras + grasas saludables para el corazón. Esta combinación de nutrientes ayuda a promover niveles de glucosa más estables y proporciona un suministro constante de glucosa, nuestra fuente de combustible, durante todo el día. Esto nos ayuda a sentirnos con más energía y más satisfechos.
Para obtener más información, visite:
https://diabetes-m.com/blog/news/healthy-fats/
https://diabetes.org/food-nutrition/reading-food-labels/fats
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