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La lactancia materna tiene muchos beneficios para la salud de la madre y del bebé. De hecho, amamantar a sus hijos puede reducir su riesgo de desarrollar diabetes en el futuro. Pero, ¿es seguro amamantar si se tiene diabetes? La respuesta corta es sí, con algunas precauciones adicionales.
Algunos estudios muestran que puede existir un vínculo entre la resistencia a la insulina y un suministro insuficiente de leche. Puede asegurarse de que su hijo esté recibiendo suficiente leche materna al estar atento al aumento de peso, los pañales y las señales no verbales del bebé. El aumento de peso debe ser de aproximadamente 155 a 240 gramos o 5,5 a 8,5 onzas por semana hasta que el bebé tenga 4 meses. Los bebés deben mojar aproximadamente 2 pañales con orina cuando tienen 2 días, 3 o más pañales mojados al día cuando tienen entre 3 y 4 días y aproximadamente 6 o más pañales mojados al día cuando tienen 5 días o más. Finalmente, su bebé debería parecer más relajado después de cada sesión de lactancia. Por ejemplo, los puños del bebé pueden estar apretados y cerrados antes de comenzar, y abiertos y relajados cuando termine de amamantar. Si tiene alguna duda sobre si su bebé está recibiendo suficiente leche materna, comuníquese con su pediatra. Una consultora en lactancia certificada también puede trabajar con usted para ver si es posible aumentar su producción de leche.
Los niños nacidos de madres con diabetes pueden tener un mayor riesgo de hipoglucemia después del nacimiento. El personal de su hospital tendrá especial cuidado al controlar los niveles de azúcar en sangre de su hijo durante su estadía en el hospital. Las sesiones de lactancia pueden ayudar. Hay ciertos pasos que puede seguir cuando el bebé nace para intentar comenzar su viaje de lactancia con el pie derecho. Por ejemplo, comience el contacto piel con piel con su bebé tan pronto como sea posible después del nacimiento. Permita que el bebé amamante con frecuencia. En ocasiones, a las madres con diabetes les llega la leche más tarde que a las madres que no la tienen. El contacto piel con piel, las tomas frecuentes y el mantenimiento del control del nivel de azúcar en la sangre durante esos primeros días pueden ayudar.
Otra consideración importante es que la lactancia materna puede reducir el nivel de azúcar en sangre de la madre. Por esta razón, puede ser útil tomar un refrigerio antes o durante la sesión de lactancia. Es muy importante controlar sus niveles de azúcar en sangre con regularidad y estar atento a cualquier síntoma de hipoglucemia o nivel bajo de azúcar en sangre, generalmente por debajo de 70 mg/dL. Los síntomas comunes incluyen temblores, nerviosismo, náuseas, hambre, mareos, visión borrosa, dolor de cabeza, etc. Si tiene hipoglucemia, siga la regla 15-15: tome 15 g de carbohidratos simples como ½ taza de jugo, espere 15 minutos y vuelva a controlar su nivel de azúcar en la sangre. Si no sube lo suficiente, repite este proceso una vez más. Si aún no aumenta, busque atención médica inmediata. Si su nivel de azúcar en sangre está aumentando, tome un refrigerio en este momento para evitar que su nivel de azúcar en sangre vuelva a bajar. Si tiene problemas para mantener sus objetivos de azúcar en sangre, reúnase con su médico y un dietista registrado para planificar sus comidas y refrigerios.
Desde un menor riesgo de desarrollar múltiples tipos de cáncer, asma, infecciones de oído y SMSL hasta la creación de un vínculo duradero, la lactancia materna tiene muchos beneficios tanto para las madres como para sus hijos. Es por eso que la Asociación Estadounidense de Diabetes (ADA) dice: “Todas las mujeres, incluidas las que padecen diabetes, deben recibir apoyo en sus intentos de amamantar”.
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