Piensa un momento en lo que has bebido en las últimas 24 horas y la semana pasada. Algunas opciones populares son: té helado, agua, café, té, refrescos, jugos, bebidas deportivas, etc. Lo que muchos no saben es que lo que bebes puede ser tan importante como lo que comes, especialmente para quienes intentan controlar su nivel de azúcar en sangre. Por ejemplo, tomar bebidas dulces puede provocar picos de azúcar en sangre.
Desafortunadamente, tanto los azúcares añadidos como los naturales pueden tener este efecto. Al elegir una bebida, puedes consultar la etiqueta nutricional para ver exactamente cuánta azúcar contiene. Asegúrate también de fijarte en el tamaño de la porción y tenlo en cuenta al calcular la cantidad exacta de azúcar en tu bebida.
Si tienes antojo de algo dulce, suele ser mejor para tu nivel de azúcar en sangre comer una porción de fruta acompañada de proteína en lugar de beber un vaso de jugo. Esto se debe a que el jugo carece de la fibra de la fruta, que ralentiza la subida del azúcar en sangre. ¿Sabías que se necesitan aproximadamente 3 naranjas para hacer un vaso de jugo de naranja? Es mucho más probable que las personas tomen un vaso de jugo sin saciarse que comer 3 naranjas como refrigerio. Después de todo, ¡3 naranjas te saciarían bastante con toda esa fibra!
¿Y qué hay de la leche? La leche baja en grasa o descremada puede tener un lugar en tu dieta, solo asegúrate de incluirla en tu plan de comidas. Después de todo, contiene carbohidratos y algo de proteína. Si cuentas carbohidratos, una taza de leche descremada cuenta como una porción de carbohidratos. Es recomendable consultar con un dietista individualmente para ver cómo incorporar la leche a tu dieta y evitar el pico de azúcar que puede producirse al consumir carbohidratos. Recuerda que el queso contiene muchos de los mismos nutrientes, pero cuenta como una porción de proteína.
Al elegir una bebida, ¡nada es mejor que el agua! Al fin y al cabo, el 90 % del cuerpo humano está compuesto de agua. Transporta nutrientes a las células y ayuda a eliminar toxinas. No beber suficiente agua puede causar deshidratación, lo cual puede ser extremadamente peligroso. Por otro lado, beber suficiente agua puede ayudar a diluir la sangre y reducir el azúcar.
El agua se puede disfrutar caliente, fría o incluso con hierbas y una rodaja de fruta. Por ejemplo: ¡menta, pepino y una rodaja de limón son una combinación deliciosa! Otras bebidas que puedes probar son: café con un chorrito de leche o canela, té sin azúcar y agua mineral con gas. ¡Salud!
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